miércoles, 4 de septiembre de 2013

La importancia de DLR

Era medio día, había llegado a casa con tiempo suficiente para comer y descansar un rato, como todos los días desde que habían terminado las adorabas vacaciones. No es que me importase, porque soy de las raras a las que la rutina de ir a trabajar no me disgusta, de hecho... HOLA SOY ROXANNE Y ME GUSTA TRABAJAR. El caso es que estaba, cual piltrafa, tirada en el sofá viendo mi último hallazgo en cuanto a series (La chica invisible) y el capitulo iba de algo que me incumbía bastante, DLR (Definir La Relación).
Esto me hizo que se hinchase de nuevo el bocadillo de mi mente y empezase a divagar, primero... ¿Por qué, a pesar de que yo cumplo años, sigo viendo series de instituto? Segundo... ¿Cómo es posible que gente de instituto tuviera los mismos problemas que yo? y la tercera, y sin duda la más importante, cuando empiezas a conocer a alguien... ¿Cuando sabes si ha llegado el momento de DLR? 
Tengo que admitir, que una vez más y para no variar, soy terrible en este paso. Aunque, es normal, como puedes esperar que a alguien se le de bien definir sus relaciones, cuando la mayor parte del tiempo rehuye de ellas. Hace no mucho, en una cafetería con mis amigas me tope con esa incomoda pregunta que la gente te hace cuando te ve en varias ocasiones con el mismo chico ¿Qué sois exactamente? Supongo que mi cara debía ser un poema, porque enseguida empezó a intentar definirla ella. Y he ahí la cuestión ¿Cuando alguien con el que te lo pasas bien, quedas y te acuestas repetidamente se convierte en tu pareja?
Tengo 25 años, una relación de 7 años a la espalda y sigo sin saberlo. 
Me figuro que la culpa de esto la tiene a que mi relación anterior fluyo. Nunca he sido de etiquetar a la gente. Por ejemplo, no tengo una "mejor amiga" tengo un grupo de increíbles amigas, las cosas cambian a diario, y en cuanto encasillas a alguien en un apartado de tu vida, la perdida se asimila mucho peor. Imagino que es una otra de mis características, no catalogar ni mis relaciones, ni a la gente. 
El caso es, no he sido de las que necesitan que la consideren una novia para respetar a quien tengo al lado, supongo que eso surge de los sentimientos propios de cada persona. Es decir, cuando te gusta alguien de verdad, no necesitas que te presente como su pareja para no acostarte con otro a la primera de cambio, porque es algo que te sale innato. El problema brota, cuando no tienes claro que a la otra parte le ocurra lo mismo respecto a ti, y por esto llega el temido momento de DLR. 
Contextualización, totalmente necesaria para comprender el momento de inflexión: 
Llevas dos meses hablando con un chico a diario, prácticamente a todas horas. Os habéis acostado, solo cuando os encontráis de fiesta. Habéis ido al cine, tomado un café o cualquier otra actividad lucida que no implica alcohol. En su trabajo, te conocen, incluso fugazmente y de casualidad alguien de su familia. ¿Puedes estar con otras personas? 
Cualquiera diría que no, pero, en los tiempos que corren, puedes encontrarte con mucha gente que te diga que solo sois unos amigos que se lo pasan bien. Y lo peor, es que tendemos a no aclararlo. Puede ser que los dos quieran tener una relación, pero, como ninguno a dado el paso de Definir La Relación, deciden jugar a un tira y afloja. Lo cual siempre acaba en tragedia.
Nueva contextualización:
Has quedado con un amigo de toda la vida, alguien a quien quieres muchísimo y por lo que tener algo físico con el rozaría el incesto. No se lo has dicho a él (la otra parte implicada), porque no es tu novio y no tienes que darle explicaciones de lo que haces. Alguien te ve, y se lo dice. Él piensa "Vaya así que ella queda con otros..." y en vez de preguntarte para salir de dudas, porque ¿Quien es el para pedirte explicaciones? Esa noche le ves que no para de tontear delante tuyo con otra, es más, hasta ves como se intercambian los teléfonos y tu piensas "Vaya, soy una más de la lista, nada importante" y como no eres nadie para enfadarte o recriminarle sales de allí y decides no volver a hablarle nunca más.
¿A qué la escena resulta muy familiar? Es terriblemente común. Ves como una posible relación exitosa se cuela por el retrete por no ser capaz de sentarte frente al otro y decir: Me gustas mucho y me importa lo que estamos haciendo juntos, no la cagues si opinas igual. Pero no. Se convierte en una competición de quien necesita menos a la otra persona.
Y es que, al final, la comunicación no es tan sencilla. Se compone en un 55% de comunicación no verbal (nuestro gestos y comportamiento), 38% paraverbal (nuestro tono) y 7% verbal (lo que decimos), y para que nos entendamos son necesarios los tres, ¿De qué vale un "te quiero" si no te lo llama entre semana? ¿Como creerte que le gustas si no para de gritarte? o ¿Cómo sabes que le ha sentado mal si no te lo dice? Pero a pesar de que cumplamos con estos, hay una cosa que es imprescindible, algo que nos resulta soberanamente complicado cuando comienzas una relación, esto es usar el mismo código. Muchos no sabreis a que me refiero, pues ahí va, es muy simple... HABLAR EL MISMO IDIOMA!!

3 comentarios:

  1. Sastooooooo!!!!!!! Hablar el mismo idioma es la conclusión. Soy de la opinión de que la comunicación verbal es muy muy importante, y no se le da la importancia que merece. Esta bien que la otra persona adivine lo que te gusta y lo que no te gusta, hace que te guste más, pero si esperamos que sepa siempre todo nos llevaremos chascos porque no somos adivinos y hay errores que no sabemos que son errores.
    Hablar hablar hablar, y lo demás vendrá solo ;-)

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    1. Obvio hablar es importante para conocer a una persona bien, pero hay que saber acompañar las palabras con actos que demuestren que no solo non sabemos una teoría, sino que sabemos ejecutarla! ;)

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    2. El tema es que tienen que ir ligadas. Porque la mayoría de las veces son interpretaciones, y he ahí el problema. Si quieres a alguien demuéstralo, pero si quieres algo dilo, es a lo que me vengo a referir :-P

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